Desde las primeras incursiones antitanque de
1942 hasta el período de las llamadas
"Operaciones abrelatas" de
1946-47, la artillería montada en diferentes aparatos pasó de la dupla de dos cañones de
20mm a los pesados cañones de
63mm e incluso más grandes. El
424-FD y su desproporcionado filtro de arena disminuía drásticamente su velocidad pero le posibilitaba mejor puntería contra vehículos en movimiento; el
215 "Artillado" es una versión del
215-S mejorada y que entró en combate a fines de
1946. Un veterano
C7-G porta dos pesados cañones de
30mm en sus alas. La plataforma del
"Zorro" con un enorme cañón instalado bajo el fuselaje fue la mejor configuración de combate con este cometido de asalto a formaciones blindadas en tierra.